Conversaciones interesantes

- Somos insignificantes entre seis mil millones de personas
- Por narices, alguien tuvo que haber pensado lo mismo que tú, pero de esa misma idea me viene el optimismo.
- ¿Y eso?
- ¿Tú nunca pensaste en que necesitabas a alguien para "ser feliz"? Es decir... no sé cómo explicarlo. Todo el mundo en algún momento de su vida se ha sentido solo, y estoy seguro que alguna vez hemos deseado que alguien, cualquier persona desconocida, viniera a "buscarnos".
- No, nunca me he sentido solo.
- ¿Ni cuando eras pequeño? Y, en cualquier caso, ¿no piensas que sin ti la vida de alguien sería un poco más triste?
- Sí
- Si de repente te encontraras solo, sin nadie, si se diera la horrible casualidad de que te quedas sin familia y sin amigos, ¿te sentirías solo?
- Sí
- ¿Te quedarían fuerzas para seguir?
- No creo. Sin nadie, me perdería
- Vale. Esto es pura teoría y es un poco complicado pero... imagínate que hace unos años te hubieses quedado sin fuerzas (por cualquier cosa) y no hubieses sido capaz de seguir. Hubieses "desaparecido". ¿No sería ahora, por ejemplo, nuestras vidas "un poco más triste"?
- Sí
- ¿No piensas que si "desapareces" ahora la vida de alguien en un futuro dejaría de ser "un poco más triste"? Me cuesta explicarlo, es una idea... extraña... realmente es puramente teórica.
- Creo que empiezo a avistar el perfil de esa idea. Me pensé que si ahora desapareciera cambiaría el futuro.
- Algo así, sí. No se daría esa casualidad de conocer a alguien a quien podrías hacer un poco más feliz.... no sé si me explico
- No, no te explicas.
- A ver... Las casualidades te llevan a conocer a la gente. No es la suerte, no es el destino. Es una casualidad. Por casualidad te cruzas con alguien por la calle y decides entablar una conversación.
- Vale
- Por casualidad, por ejemplo, vivís en la misma ciudad, vais al mismo instituto y, por casualidad, os pusieron en la misma clase. Son casualidades.
- Sí, y luego es tu mejor amiga.
- Si no llegas a existir, no se daría la casualidad de que, por ejemplo, te tropieces con una persona por la calle, no decidirías empezar a hablar con ella y esa persona no llegaría a convertirse en "alguien" para ti.
- Sí, pero para eso necesitas una extroversión máxima.
- No, es un ejemplo, simplemente, pero si no llegases a existir, tampoco estarías viviendo en esa ciudad, no irías a ese instituto y tampoco estarías en esa clase. A partir del momento en el que conoces a una persona, las decisiones las tomas tú. Siempre puedes decidir si hablar con esa persona o no, o que se dé de nuevo la casualidad y que por casualidad volváis a hablar (por necesidad o porque esa persona toma la iniciativa o por alguna otra casualidad, vaya)
- Sí, pero, según ese esquema, todo es casualidad.
- Las casualidades te acercan a la gente, tú decides luego por donde quieres tirar, con quien te quieres juntar y quien quieres que sea tu "amigo". Tú decides tu camino. Tú decides, por ejemplo, mudarte a una ciudad, tú decides matricularte en tal instituto y tú decides coger ciertas asignaturas que te acaban poniendo en una clase
- Entonces no son casualidades, sino cosas predestinadas
- No, si estuviera predestinado no tendrías la opción de elegir y no podrías luchar por ello.
- La tendrías, pero ya se sabría cual elegirías
- Ya te dije una vez que la idea de destino no me gusta. De la misma manera que el "destino" te une a una persona, ese mismo "destino" te puede separar.
- No existe destino ni casualidad, simplemente existimos, sin más.
- Pero si no, ¿cómo explicas que te encuentras a una persona en tu clase y no te encuentras a otra? Se dan una serie de casualidades entre dos personas. Esas personas han elegido individualmente pero, por casualidad, digamos que "han elegido lo mismo" (vivir en la misma ciudad, ir al mismo instituto, escoger las mismas materias....). En su camino, han escogido lo que mejor les parecía y, por casualidad, se han encontrado. Tienen distintas motivaciones y distintos destinos. Tienen el poder de elegir con quién quieren caminar parte de ese camino, pero por casualidad, sus caminos se han cruzado, y tienen la opción de elegir si seguir hacia adelante o detenerse un momento a hablar y, quizás, puedan compartir parte de ese camino juntos, hasta que tengan que separarse (y no por casualidad o por destino, sino porque tienen que tomar un camino distinto)
- No será igual al destino, pero entonces mi vida es controlada por la casualidad
- Te equivocas. Las casualidades se dan, la vida la controlas tú. Tú tomas tus decisiones.
- Todo es casualidad. Casualidad de que yo me conectase y tu también y casualidad de que estemos hablando de casualidad.
- Pero tú decidiste conectarte. No sabías si yo iba a estar conectada o no. Se dio la casualidad de que estaba conectada (de pura suerte, no suelo conectarme a las 10 de la mañana) y decidiste hablarme. TU decidiste (o podría haber sido yo) y YO decidí responderte.
- No me gusta en nombre de casualidad, prefiero decisiones. Decisiones fructíferas.
- Tú decides, pero no puedes saber el futuro
- Eso es lo que lo hace interesante
- No tomas decisiones en función de lo que "va a ocurrir", no te conectaste pensando "voy a hablar con ella"
- Me conecte por vicio
- Pero no podías saber que acabaríamos hablando. Podemos jugar a adivinar, podemos decir "por costumbre se conecta a esta hora, entonces se conectará a esta hora", y podemos decir "voy a conectarme, que quiero hablar con tal persona y seguro que está conectada", pero... ¿y si esa persona varió sus costumbres por un día? Fue una decisión suya. ¿Eso quiere decir que hay algo que controla nuestras vidas? No, el camino lo haces tú. Tú tomas tus decisiones, y, a veces, al caminar por ese camino que tú estás construyendo, te encuentras con alguien que también está construyendo su propio camino. ¿Tenéis un mismo destino? ¿Tenéis las mismas motivaciones? Para nada. Entonces no estáis "predestinados" ¿Pero por qué os habéis encontrado?
- Casualidad. ¡Tonta! Me hiciste cambiar de opinión
- Definición de "casualidad": Combinación de circunstancias que no se pueden prever ni evitar."
- Vale, ganaste


- Espera, espera. Y, volviendo al principio, ¡que aún no te hice pensar en lo positivo del asunto! Que es lo más difícil de explicar aunque una vez explicado la casualidad... (Teorías filosóficas, ¡cómo mola!). si desaparecieras ahora o dejaras de construir tu camino, dejaras de tomar decisiones, dejaras de moverte y de seguir caminando (podemos cansarnos a veces, pero nunca abandonar el camino que estamos construyendo) no te tropezarías "por casualidad" con esa persona (con esa o con cualquier otra) y no podrías tomar la decisión de "voy a hacerla un poco más feliz y voy a sacarle una sonrisa", o esa persona no podría tomar la misma decisión y no podría intentar sacarte a ti una sonrisa. Si tú dejaras de construir tu camino, ¿la vida "futura" de esa persona, una persona que quizás ahora mismo no conozcas, no sería un poco menos feliz?
- Puede
- Entonces mientras tomemos decisiones y construyamos nuestro camino, poco importa que estemos en un bosque, perdidos y que no sepamos cómo salir. Si sigues adelante, algún día encontraras una salida, o encontraras a alguien que también esté perdido, o a alguien que te ayude a encontrar la salida
- Espero ansioso a perderme y que me encuentren.
- Lo malo es que es puramente teórico. Somos humanos, tenemos pensamientos y emociones y sentimientos, y cuando nos perdemos tendemos a pensar con negatividad, a decir "esto es una mierda, mi vida no mejora, no veo la salida, es mejor abandonar".
- O podemos pensar que nuestro objetivo es la superación
- Yo si tengo un día malo suelo pensar "mañana estaré bien", "mañana ya será otro día". A veces la oscuridad nubla nuestra mente y no nos permite ver más allá del bosque, preferimos sentarnos y esperar que nos encuentren antes de seguir adelante con el camino y encontrar a alguien que quizás también esté perdido o que quizás pueda ayudarte a salir de ese bosque, o seguir caminando y encontrar tú solo la salida para después mirar hacia atrás y decir "pues no era para tanto el bosque, la salida no estaba tan lejos, solo tenía que seguir caminando". Aunque el bosque te parezca eterno, algún día se acaba, pero solo saldrás del bosque si sigues tu camino, si sigues tomando decisiones. Algunas decisiones te llevarán a perderte más, otras a salir, algunas decisiones te meterán en el bosque, pero no por ello tienes que dejar de tomar decisiones. Si metes la pata, intenta arreglarlo e intenta no volver a cometer el mismo error la próxima vez. De esta forma, siempre puedo pensar "aunque me sienta sola, si sigo mi camino en algún momento me encontraré con alguien que hará que no me sienta sola". Las decisiones que tome me llevaran, por casualidad, a alguien que me haga sonreír un poco.
- Como tu mejor amiga.
- Ajá. Supongo que esa teoría me permite ser "positiva".

Una poesía para el recuerdo

Su vida se derrumbaba
sin espacio para respirar.
A un paso entre la vida
y la muerte.

Sin luz, sin esperanza
vivió así, durante unos años.
Hasta que la muerte
le encontró.

En un callejón oscuro
fue perseguido sin más.
Sin una razón para vivir
fue atrapado.

Su vida se derrumbaba
hasta que fue abandonado.
En soledad, con crueldad.
Muerte segura.

Y así lo dejó todo atrás.
Sin que a nadie le importara
Sin que nada tuviera importancia.
Se fue.

Y, para no volver,
dejó un recuerdo.
En la oscuridad del bosque,
ella vive con su memoria.
Y jura que nunca lo olvidará.


Una poesía de recuerdo. Irene

Gracias


Son esa clase de cosas, esos pequeños detalles, esos momentos los que me hacen sentir bien.  Salir de la ducha y encontrarme cualquier chorrada escrita en el cristal. Esos "Tyki Mikk" o esas caritas sonrientes. Nunca le di las gracias por ello, nunca hice lo mismo, nunca... Nunca. Pero esta vez pienso dedicarle el blog. Porque tengo la mejor hermana del mundo. Aunque se enfade o a veces esté de mal humor. Porque es la única que hace pizzas y piccolinnis en nuestras quedadas frikis, la que les deja sus mangas a nuestros amigos y la que regala cosas frikis que siempre gustan. La que pone la mesa. La que es fuerte. Es ella. Y por ella haría cualquier cosa.

Lo peor del amor cuando termina

Joaquín Sabina

Lo peor del amor cuando termina
son las habitaciones ventiladas
el puré de reproches con sardinas
las golondrinas muertas en la almohada

lo malo del después son los despojos
que embalsaman el humo de los sueños
los teléfonos que hablan con los ojos
el sístole sin diástole ni dueño

lo más ingrato es encalar la casa
remendar los pecados veniales
condenar a la hoguera los archivos

lo atroz de la pasión es cuando pasa
cuando al punto final de los finales
no le siguen dos puntos suspensivos

Querido John

Querido John

Hace cinco años que no escribía una carta con boligrafo y papel. He pensado en escribirte aún ahora contándote lo que ha pasado desde que te vi la última vez. A las pocas semanas de que aparecieras por aquí, Tim recibió una donación anónima, un donativo con el que consiguió lo que las aseguradoras no le daban: tiempo. Tiempo para volver a casa, tiempo para pasarlo con su hijo, tiempo para decir adiós. He aprendido algo del tiempo, ya sean aquellas dos primeras semanas que pasé contigo o los dos últimos meses que pasé con él, que al final el tiempo siempre pasa. No sé en qué parte del mundo puedes estar, John. Entiendo que hace mucho perdí el derecho a saber esas cosas. Pero pasen los años que pasen, hay algo que tengo más claro que nunca. 

Nos vemos pronto.

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