Así...

En qué laberintos se extraviaban los sentimientos de los hombres y de las mujeres, en virtud de qué ley se convertían alternativamente en ángeles y ejecutores, en verdugos y víctimas los unos de los otros, monótonamente, sin aprendizaje ni descanso, sin que les sirviera de nada la experiencia del dolor ni los desalentara nunca por completo la repetición del fracaso.


Fragmento del libro "Plenilunio", de Antonio Muñóz Molina

¿Y los recuerdos?

Me preguntaste si sabía cómo se podía borrar un álbum de fotos, unas fotografías. Y a mi se me vinieron un montón de preguntas a la mente, algunas sin sentido. ¿Y los recuerdos? ¿Cómo se borran los recuerdos? Es fácil quemar las fotos, borrar los archivos, pero... ¿y las imágenes de nuestra memoria? ¿Los tesoros que guardamos? ¿A donde se van cuando ya no queda nada? ¿Se los llevará el mar? ¿O quizás la brisa? ¿Serán borrados por la suave arena? ¿O quedan grabados a fuego bajo la piel? Ocultos, secretos, privados, solo tuyos, pero también de él... ¿Qué será de los recuerdos? ¿También se borrarán, como las imagenes? ¿Es posible? Cada beso, cada sonrisa, que era solo vuestra... ¿Serás capaz de borrarlas? Yo confío en ti. Sé que tú lo conseguirás. Pero.. ¿Y él? ¿Qué será de él? De sus recuerdos y de sus imágenes, cuando ya has puesto un punto y aparte en su vida, en la tuya. Un corte en el camino.

Sin embargo, y como siempre, con recuerdos o sin ellos, se trata de seguir adelante. No arrepentirse de las decisiones, si eran las más correctas. No mirar atrás, no buscar en los recuerdos. Salir con la cabeza alta. Que esos recuerdos no hagan daño, salgan solos y sean algo bonito. Algo que ya no existe. Algo que ya se acabó. Algo, al fin y al cabo.

Recuerdos... tristes recuerdos.

qué caro es el tiempo...

cuando quise darme cuenta, la gente ya hablaba de carnavales... a veces me sorprende lo rápido que pasa el tiempo, casi sin darnos cuenta, y lo poco que me entero del mundo que me rodea. Quizás es cierto que me aislo demasiado, quizás vivo muy en mi mundo... Bueno, tan malo no debe ser.

Y, de nuevo, carnavales... (un día sin mi música y mira lo que pasa)

El mundo de Sofía... Aristóteles

(Texto de 'El mundo de Sofía', de Jostein Gaarder. Traducción de Kirsti Baggethun y Asunción Lorenzo)

... Me estoy acordando ahora de ese juego que consiste en que uno se va fuera, mientras el resto de los participantes en la fiesta deben pensar en algo que el pobre de fuera tiene que adivinar al entrar.

[...]

De manera que fue Aristóteles quien inventó este juego. Y a Platón le podemos atribuir el invento del "escondite en  la oscuridad". A Demócrito ya le concedimos el honor de haber inventado las piezas de lego.

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