Pesadillas en Noviembre (Abril - La fuga)

Esta canción me recuerda a mi propias pesadillas.

La fuga - Abril


¿Dónde vas metida en ese viejo abrigo gris? Si nadie espera en la casa, ¿para qué llegar?
Sin rumbo, aburrida, cansada de trabajar 

¿Dónde están los buenos amigos que nunca se iban a ir?
¿Los besos que por la noche te hacían volar?
¿Los labios que siempre decían sí?

Maldito abril, maldito abril, maldito abril.
Solo viene a recordarte que ya no eres feliz.

¿Dónde vas?
Cruzas, sin prisa, las calles de tu barrio gris.
El príncipe azul fue marrón y no quiso llamar:
Ahora, el espejo escupe toda la verdad.

¿Dónde están las noches sin pastillas para dormir?,
¿Las penas que solo eran penas para los demás?,
¿La colección de promesas por cumplir



Y así, sin más, fue mi pesadilla. 

No podemos salvar a nadie.

¿Por qué no podemos salvar a nadie? A veces tenemos que asumir que las cosas son así, afrontarlas tal y como vienen. Que la vida no nos regala nada y es la muerte la que va a ganar al final.

La muerte.

Este es un tema que siempre ha estado conmigo, con mi familia. Crecí con una sola abuela. Mi madre no tenía padres cuando yo nací, y mi padre solo tenía una madre. Mientras mis amigos y conocidos tenían una "familia feliz" e iban a comer con los abuelos, en mi familia eramos "cuatro". Y nunca tuve ningún problema, no sentí pena por ello.

Siempre piensas en la muerte como algo lejano, algo que a ti no te pasa, que no le pasa a nadie cercano a ti. Al menos eso creía yo. Hasta que me tocó vivir una de mis pesadillas. Y esas son las peores.

Ayer revivi parte de esa pesadilla. Volví a sentir su dolor, volví a sentir a la señora Muerte cerca de mi, muy cerca. Llevandose gente como siempre hace. Y no lo puedes evitar, no puedes hacer nada. Solo estar ahí, impotente, dejando el tiempo pasar, dejando que el tiempo se lleve el dolor. No lo puedes remediar.
 Recuerdos. De abrazos, de personas con las que ya no te hablas. En su momento fueron de gran ayuda. Momentos de tu vida que no se irán de tu cabeza.

Aprendes a vivir con ello. Poco a poco, a base de pérdidas, deja de afectarte tanto. Tomas la muerte como parte de la vida. Y empiezas a pensar en ella. Es parte de la vida.
¿Como te gustaría morir? ¿Donde? ¿En qué mes del año? ¿En qué momento del día? ¿Que sería lo último que dirías? ¿A quién?

A mi me gustaría morir una soleada mañana de primavera. Mayo estaría bien. Me gusta mayo. Sobre los motivos... Me gustaría morir en un accidente de tráfico. O de cáncer. Son mis dos opciones.

A algunos esto le parecerá incluso macabro y de mal gusto. Pero la muerte es parte de la vida. También hay que pensar en ella, interiorizar el concepto, hablar sin pudor. Si piensas en cómo te gustaría que fuera tu próximo cumpleaños, ¿por qué no vas a pensar en cómo te gustaría que fuese tu muerte? Es más, deberías hacerlo. Y hablar de ello.

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