Podría escribir mil cosas, escribir mil palabras y doscientas letras. Podría hablar
sobre todo, sobre nada y sobre lo otro. Sobre esto, sobre aquello. Podría inventarme una historia que hablase de
dragones, duendes, príncipes y princesas. Brujas malvadas, ogros y el hombre del saco. Una historia que dé miedo, una que hable de
amores imposibles, de
amores olvidados, de
amores que no pueden ser. Una historia que tenga
final feliz. Una historia en la que mueran los protagonistas,
a lo Romeo y Julieta. Podría inventarme una historia que trate de
la profundidad del corazón, que hable de esa
parte oscura del alma. Una historia que te dé miedo,
que te haga pensar, que te haga reflexionar, que te haga cambiar. Podría escribir
un cuento infantil, sobre perritos, conejitos y animalitos diversos, que tuviera una intención moral, que pretendiera educarte. Podría hablarte de un hombre no demasiado alto, un gigante o
de aquella chica que vi. Una chica que lloraba. Podría hablarte
de la tristeza. Podría hablarte de la alegría. Podría hablarte
del amor o del odio. Podría hablarte del egoísmo de la humanidad. Podría hablarte del egoísmo individual de cada uno. Podría contarte cuales son mis anhelos, podría averiguar qué anhelan los demás. Imaginar y dejar que las palabras fluyesen.Podría contarte
qué dicen las canciones que escucho o que quieren decir todas esas melodías. Podría enseñarte
el lenguaje del silencio o describir
el sabor del viento. Podría decirte
de qué color es el sonido de las olas del mar o a que huele el tacto de una mariposa. Podría decirte qué veo cuando cierro los ojos,
cuando todo está oscuro. Podría contarte una historia que hablase
de la soledad y de alguien que siempre estuvo solo. Podría decirte qué es
la amistad e inventarme una historia sobre eso. Escribir sobre la marcha
en qué consiste el mundo. Podría
hablar de mi y contar mi historia. Podría hablar de ti. Podría hablar de él o de ella. De nosotros. De ellos. Podría hablar de todo
lo posible y lo imposible. De aquel juego que jugué, de la serie que vi o del libro que leí. Puedo escribir una
historia real o inventada, original o una copia. Podría perderme en mil palabras, en
mil preguntas y en mil respuestas. Podía irme por las ramas y no decir absolutamente nada. Decirlo todo. Repetirme y volver a decir lo que ya he dicho.
Repetirme de nuevo, con
los mismos errores. Podría decir
todo lo que he callado y lo que sigo callando. Podría
perderme entre líneas (y no sería difícil). Podría decir todo lo que quiero y lo que no quiero. Podría no decir nada y
quedarme en silencio.
.....
.....
....
Silencio. Podría decirlo todo. Y sin embargo, no habría dicho nada. Y sin embargo, lo que quiero decir
está ahí.
No he dicho nada.
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