Supongo que así empiezan las historias, las grandes historias. Conociendo a una gran persona.
Poco a poco y con el tiempo.
Compartiendo aficiones, momentos.
Un tiempo que no cambiara por nada.
A veces puede llegar a asustar, a dar miedo. Sentir tanto por alguien.
Pero te arriesgas. Y ganas.
Una sonrisa, un mundo, una vida. Una fuerza para luchar.
Merece la pena.
Aunque solo sea por esos instantes de felicidad.
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